Soñar y
Comprometerse
En
julio de 1969 el hombre realizo el sueño de llegar a la luna. Neil Armstrong,
el primero en pisar la luna, había soñado siempre en dejar huella en la aviación.
A los ocho años de edad, un niño llamado Manuel Elkin Patarroyo ya soñaba en el
Tolima con ser otro Luis Pasteur. Patarroyo se dedicó a concretar su ideal y lo
logro.
Cuando
Leonardo Da Vinci tenía 12 años hizo esta promesa: seré unos de los más grandes
artistas que el mundo haya conocido jamás. De joven, Simón Bolívar tenía
anhelos de libertad y en el Monte Sacro juro un día luchar por la independencia
de los países americanos.
Teresa
de Jesús, siendo muy niña, escapo de su casa en Ávila acompañada de su hermano
Rodrigo para ir a morir en la Fe en tierra de moros. Un tío los regreso a la
casa. Desde pequeño, Thomas Alva Edison realizaba experimentos y soñaba con ser
un famoso inventor. Persevero en su intento superando miles de fracasos.
Todas
esas personas llegaron muy alto con dos alas llamadas sueño y compromiso. Se atrevieron
a soñar y se dedicaron con pasión a concretar sus sueños. Y eso es lo que
necesitamos hacer: Tener fuertes deseos y dedicarnos a concretarlos en la
esfera del bien.
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