Aprender
de Los NiÑos
Como
niños suspiramos por ser adultos, como adultos, retornemos a los valores de la
infancia. Aprende de los niños a admirarlo todo y a maravillarse con lo
pequeño. Deja la severidad y el rostro adusto, y procura ser alegre y
descomplicado.
Los
niños disfrutan la vida porque no la toman tan en serio y son ricos en
espontaneidad. Ser como los niños, para conjurar con el estrés, es
destensionarse con el juego y el amor a la naturaleza. Es no vivir del que dirán
y encender en el cielo del alma dos faros luminosos: el amor y el humor.
Como
adulto, despierta al niño que duerme en ti: se más confiado y menos calculador.
El reino de la infancia está abierto para ti al aceptar sin soberbia al niño
como maestro de vida.
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